En el karate tradicional, el sistema de graduación es una forma de reconocer y valorar las habilidades, los conocimientos y la experiencia de un practicante. Se basa en la atribución de grados, representados por cinturas de diferentes colores, que reflejan el nivel de competencia y conocimiento del individuo.
El sistema Kyu-Dan :
El sistema de graduación del karate se divide generalmente en dos categorías: los grados Kyu y los grados Dan.
Los grados Kyu son los grados inferiores y suelen estar representados por cinturas de color. El orden y los colores específicos pueden variar de un estilo a otro y de una escuela a otra, pero el orden común va del blanco (principiante) al marrón.
Los grados Dan, en cambio, son los grados superiores y están representados por la ceinture noire. Los grados Dan van del 1er al 10e Dan, siendo el 10e Dan el nivel más alto alcanzable.
El paso de grado :
Para pasar de un grado a otro, un alumno debe superar un examen llamado paso de grado o examen de ceinture. Estos exámenes evalúan el conocimiento y la competencia del alumno en varios ámbitos, entre ellos :
- Kihon (técnicas de base): el alumno debe demostrar una variedad de golpes de punta, golpes de pie y bloqueos, así como desplazamientos y posturas correctas.
- Kata (formas): el alumno debe ejecutar uno o varios katas, que son secuencias predeterminadas de movimientos que representan una serie de ataques y defensas contra varios adversarios imaginarios.
- Kumite (combate): el alumno debe demostrar su capacidad para utilizar las técnicas de karate en un combate real o simulado.
- Teoría: el alumno puede ser interrogado sobre la historia, la filosofía y los principios del karate, así como sobre los nombres y las aplicaciones de las diferentes técnicas.
Importancia del sistema de gradación :
El sistema de gradación desempeña un papel importante en el karate tradicional. Ofrece a los alumnos un marco claro para su progresión, con objetivos que alcanzar y competencias que dominar en cada nivel. También reconoce las realizaciones de los alumnos y su compromiso con el estudio del karate.
Por último, conviene señalar que la nota no sólo refleja la competencia técnica, sino también la adhesión a los valores del karate, como el respeto, la disciplina y la humildad. Por consiguiente, un buen karateka no es sólo aquel que destaca en kihon, kata y kumite, sino también aquel que encarna el espíritu del karate en su vida cotidiana.