El Kihon, término que en japonés significa literalmente «las bases» o «los fundamentos», es uno de los pilares esenciales de la práctica del karate. Es la pierna angular sobre la que se aplican todos los demás aspectos del arte marcial, ya se trate de Kata (formas) o de Kumite (combate). Al trabajar el Kihon, el karateka se concentra en el aprendizaje y el perfeccionamiento de las técnicas fundamentales del karate: los golpes de punta, los golpes de pie, los bloqueos, los desplazamientos y las posturas.
El Kihon es a menudo la primera cosa que se aprende cuando se empieza el karate. C’est en répétant inlassablement ces techniques de base que l’on parvient à les maîtriser. Pero el Kihon no es sólo para principiantes. Incluso los karatekas más avanzados y experimentados siguen trabajando su Kihon durante todo su recorrido. Se trata de un proceso constante de perfeccionamiento y mejora, en el que cada repetición permite afinar un poco más la técnica, la precisión, la potencia y la velocidad.
Le Kihon, c’est aussi l’apprentissage de la discipline, de la concentration et du respect des formes. Repitiendo estas técnicas de base, el karateka aprende a controlar su cuerpo y su espíritu, a desarrollar su resistencia y su perseverancia, y a respetar las tradiciones de esta disciplina milenaria.
En el capítulo siguiente, exploraremos en detalle el Kihon, sus diferentes técnicas y su papel esencial en la práctica del karate tradicional. Tanto si eres principiante como si eres un karateka experimentado, una cosa es segura: el aprendizaje y la mejora del Kihon no terminan nunca.