El término «kata» procede del japonés y significa «forma» o «modelo». En el contexto del kárate, el kata es una secuencia precisa y preestablecida de técnicas y movimientos que representan una simulación de combate contra uno o varios adversarios imaginarios.
Sin embargo, el kata es mucho más que una simple coreografía de técnicas de combate. Incarne la philosophie et les principes fondamentaux du karaté. Cada movimiento, cada postura, cada respiración en un kata tiene un significado preciso. La ejecución de un kata requiere una concentración total y una coordinación perfecta del cuerpo y el espíritu. Es una meditación en movimiento, un viaje a través de la historia y la cultura de este arte marcial.
En el centro de la filosofía del kata se encuentra el concepto de equilibrio. El equilibrio entre el cuerpo y el espíritu, entre la fuerza y la dulzura, entre la rapidez y la lentitud, entre el ataque y la defensa. El equilibrio también se busca entre los aspectos internos y externos de la práctica: mientras que los movimientos externos son visibles, existe una dimensión interna que comprende la respiración, el centro de gravedad, la mirada (metsuke) y la intención (zanshin).
El kata es también una forma de transmisión. Los katas fueron creados por los antiguos maestros del karate para preservar y transmitir sus conocimientos y su sabiduría. Al practicar un kata, un alumno puede mostrar un vínculo directo con sus maestros del pasado. Podrá aprender a comprender su visión del combate, su estrategia y su filosofía.
La filosofía del kata también hace hincapié en el desarrollo personal y el crecimiento interno. Más que una simple preparación para el combate, la práctica del kata se considera un medio para mejorar su carácter y disciplina. Favorece la paciencia, la perseverancia, la humildad y el respeto. También le permite desarrollar una mejor conciencia de su cuerpo, su respiración y su energía.
En resumen, la filosofía del kata se basa en la idea de armonía y equilibrio: la armonía entre el cuerpo y el espíritu, la armonía entre los aspectos técnicos y espirituales del karate, y la armonía entre el individuo y el patrimonio marcial del pasado. Esta profundidad filosófica hace del kata un elemento esencial e ineludible del karate.