Hirokazu Kanazawa, nacido el 3 de mayo de 1931 y fallecido el 8 de diciembre de 2019, fue un maestro reconocido de karate japonés y un alumno directo de Gichin Funakoshi, el fundador del karate Shotokan. Conocido por su excepcional talento técnico y su enfoque filosófico del kárate, Kanazawa es una figura emblemática de la historia del kárate.
Kanazawa nació en Iwate, Japón. Comenzó a practicar judo y boxeo durante sus años de instituto, pero descubrió el kárate en la Universidad de Takushoku, en Tokio. Impresionado por una demostración de karate en la universidad, decidió dedicarse por completo a este arte marcial.
En 1952 ingresó en la Japan Karate Association (JKA), donde comenzó a entrenar bajo la dirección de Masatoshi Nakayama. Su derroche y su talento natural le permitieron progresar rápidamente, y en 1957 se proclamó campeón del All Japan Karate Championship organizado por la JKA.
Kanazawa comenzó a enseñar karate en 1958, tras haber sido nombrado instructor temporal de la JKA. Ha viajado por Japón enseñando y difundiendo el karate. En 1961, fue enviado a Hawaï para ayudar a crear la Hawaii Karate Association. Fue el comienzo de su papel en la difusión internacional del karate.
Durante las décadas siguientes, Kanazawa siguió enseñando y promoviendo el karate en todo el mundo. Ha formado a instructores y estudiantes en numerosos países y ha participado en la creación de varias organizaciones internacionales de kárate.
En 1978, Kanazawa fundó la Shotokan Karate-Do International Federation (SKIF), una organización dedicada a la promoción del kárate Shotokan en todo el mundo. Como gran maestro de la SKIF, ha seguido viajando y enseñando hasta una edad avanzada, compartiendo su pasión por el karate con estudiantes de todas las edades y niveles.
Kanazawa es especialmente conocido por su dominio de los katas, las formas tradicionales del kárate. También es famoso por su profundo conocimiento del bunkai y la interpretación de los movimientos en los katas. Su capacidad para ejecutar técnicas de karateado con una precisión y fluidez excepcionales, además de incorporar un aspecto profundamente filosófico, se ha convertido en su marca de fábrica.
Además de sus aportaciones técnicas, Kanazawa también ha sido reconocido por su enfoque humanista del karate. Consideraba el kárate no sólo un medio de defensa personal, sino también una vía de desarrollo personal y espiritual. Insistía en la importancia de la cortesía, el respeto y la disciplina, valores que consideraba esenciales.