En un sentido y emotivo anuncio, Kiyou Shimizu, uno de los karatekas más estimados y consumados de nuestro tiempo, ha declarado su retirada del karate de competición. Este anuncio sigue muy de cerca al de la española Sandra Sánchez, que ganó el oro en Tokio 2020 y también se retiró recientemente, marcando el final de una era para el kárate femenino.
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La carrera de Kiyou Shimizu en el kárate abarca más de dos décadas, llenas de una mezcla de triunfos, pruebas y lecciones inestimables. Reflexionando sobre su trayectoria, Shimizu declaró: «Tras pasar 20 años como atleta en este deporte, he decidido anunciar mi retirada. Mi carrera en la competición estuvo llena de felicidad, dolor y frustración, y de ella aprendí muchas lecciones.»
Su carrera fue testigo de varias fases: periodos de victorias constantes, derrotas desafiantes y momentos de resiliencia. «Hubo una época en la que no pude ganar, hubo una época en la que seguí ganando y hubo una época en la que tuve más derrotas. Realmente pasaron muchas cosas a lo largo de los años», rememoró Shimizu. A pesar de estas fluctuaciones, su compromiso y su pasión por el kárate nunca flaquearon.
Uno de los remordimientos persistentes de Shimizu es no haber conseguido el título de Campeón Olímpico. «Lo único que lamento es no haber podido conseguir el título de Campeona Olímpica. La frustración todavía me dura, pero la etapa olímpica fue increíble y no se parece a nada que haya vivido antes. La experiencia es un valor que atesoraré para siempre», admitió. La experiencia olímpica, a pesar de no acabar en oro, sigue siendo un pináculo en su carrera que guarda con cariño.
El viaje de Shimizu no estuvo exento de dificultades. «Los momentos de alegría eran siempre breves, y la mayor parte del tiempo eran duros y dolorosos», recuerda. Sin embargo, fueron los fugaces pero impagables momentos de alegría los que alimentaron su perseverancia. «Esos breves momentos de alegría eran tan impagables y sabía exactamente cómo se sentían, que me bastó para seguir empujando todo este tiempo».
Su gratitud hacia sus seguidores es profunda. «Fue el apoyo y el ánimo de todos vosotros lo que me permitió continuar mi carrera hasta ahora. Quien soy hoy existe gracias a todos los que han tocado mi vida de alguna manera. Muchas gracias por todo», expresó, reconociendo el papel vital de sus fans, entrenadores y seres queridos en su trayectoria.
Aunque Shimizu ya no competirá, su vida como karateka está lejos de haber terminado. «Ya no estaré en el tatami como atleta, pero la vida como karateka es para siempre, ya que seguiré entrenando todos los días y continuaré perfeccionando mis habilidades para seguir avanzando», prometió. Su futuro estará dedicado a impartir sus conocimientos y su pasión por el kárate a los demás. «Para transmitir mi experiencia al mayor número posible de personas, seguiré aprendiendo y esforzándome por difundir el kárate».
Para concluir, Shimizu reafirmó su lema de toda la vida, testimonio de su espíritu perdurable y de su dedicación al arte del kárate. «Por último, seguiré apreciando mi lema de la infancia: «¡Realizaré katas capaces de conmover el corazón de la gente!» y seguiré viviendo de acuerdo con él».
Al despedirnos de la carrera competitiva de Kiyou Shimizu, celebramos sus contribuciones al mundo del kárate y esperamos que su influencia e inspiración continúen dentro de la comunidad del kárate.